La música es una parte fundamental de cualquier boda, ya que crea una atmósfera emocional única y personal para los novios y sus invitados. Por lo general, la música utilizada en una boda es una mezcla de diferentes géneros y estilos que se adaptan a las diferentes partes del evento.
La ceremonia de la boda es el momento más solemne y romántico del evento, por lo que la música debe ser cuidadosamente seleccionada. Normalmente se escoge música clásica, como piezas de Bach o de Beethoven para el momento en que la novia camina hacia el altar. También se pueden elegir canciones religiosas, como un coro góspel o música litúrgica.
La recepción de la boda suele ser el momento más animado y alegre del evento. Aquí, es común la música pop actual, música disco de los años 70 y 80, canciones de R&B, blues, jazz o música latina. La música debe ser seleccionada para animar a los invitados a bailar y a divertirse, por lo que es importante que el DJ o la banda contratada tenga un conocimiento amplio y actualizado de los diferentes géneros musicales.
El vals nupcial es una de las partes más importantes de la boda, ya que es el momento en que los novios tienen su primer baile como marido y mujer. Lo ideal es que los novios elijan juntos la canción que quieren bailar, ya sea una balada romántica o una canción popular más animada. Es importante que la canción sea especial para ellos y tenga un significado personal.
No hay duda de que la música es una parte vital de cualquier boda. La elección de la música puede ser una tarea difícil, pero siempre debe ser una elección personal y que refleje la personalidad de los novios y que les permita compartir momentos especiales con sus invitados.