La hora loca o hora difícil es un término utilizado para referirse a la transición entre el horario de verano y el horario estándar de Estados Unidos. Esta transición ocurre dos veces al año, en el tercer domingo de marzo y el primer domingo de noviembre. Durante estos días, el reloj se adelanta una hora, afectando a la mayoría de los estados de Estados Unidos.
Esta transición afecta a gran parte de la población, ya que tienen que cambiar los relojes de sus hogares, la programación de sus dispositivos y sus horarios de trabajo y estudio. En Estados Unidos se le denomina a esta transición como "Daylight Saving Time" (DST por sus siglas en inglés) o "Día de ahorro de luz solar".
El objetivo de esta transición es aprovechar la luz diurna durante el verano, cuando los días son más largos, y así ahorrar energía y recursos. Esto también reduce el consumo de electricidad en los hogares y centros comerciales, además de los beneficios para la salud humana.
En Estados Unidos, la hora loca es una práctica común desde 1918, aunque en algunos estados no se sigue esta práctica. Por ejemplo, Arizona, California, Hawaii, Indiana, Kentucky, Puerto Rico, Tennessee y algunos territorios no siguen la hora loca.
En conclusión, en Estados Unidos se le conoce como "Daylight Saving Time" o "Día de ahorro de luz solar" a la hora loca, la cual es una práctica común desde 1918 para aprovechar la luz diurna durante el verano, reducir el consumo de electricidad y mejorar la salud humana.